MARCO REBANAL Y MARINA MATURANA

REFUGIO EN EL PAISAJE

Esta intervención escultórica nace de la apreciación del paisaje cántabro.
Así, creamos un geoglifo y un itinerario que invite a la gente a explorar los alrededores, a transitar las zonas menos concurridas del municipio con el reclamo de contemplar la obra de cerca y a vista de pájaro. El elemento principal constructivo, los postes de cerramiento que delimitan los prados donde pasta el ganado de la comarca. A su vez, sostenidas por cables de acero y tensores, hacemos uso de telas donadas por “Textil Santanderina”, formando así un abrigo.
La obra de land art compone y condiciona el paisaje. Buscamos desde el principio la integración de ésta en el entorno site-specific, suscitando a la interacción y su uso por la comunidad. La pieza, dibujada en el prado a modo de geoglifo, a su vez genera un refugio que nos remite a las covachas, ahora usadas sólo por los animales, donde guarecerse en la montaña. La ligereza permite que la brisa y el paisaje penetre por la tela, jugando con el contraste entre la vulnerabilidad y la fortaleza de la estructura, entre el individuo y la montaña.
Un espacio de atmósfera contenida de descanso y sosiego, que pretende invitar a la
espiritualidad, al presente. Un lugar desde donde repensar nuestras raíces o centrarse,
puesto que aísla distracciones, en el rumor de la brisa.